Periodista, actor, poeta, músico, técnico multimedia. Opinólogo por deporte. Bienvenidos al multifacético Mundo Kerco. Un espacio para que me conozcan y podamos intercambiar distintos grados de loKura.
La frase del mes
20 noviembre 2006
Un gracias enorme para Dora y Sebastián
Ahora sí. Hecho el descargo. Quiero compartir algo que no sólo me ha incentivado a ponerme las pilas con esta página, sino que me ha hecho muy feliz. El fin de semana hice un seminario con Dora Baret y Sebastián Blanco Leis. Fueron 13 horas formidables. Reencontrarme con recuerdos que no quería recordar. Y volver a esa primaria sensación de empezar a hacer teatro. Y estoy eternamente agradecidos a Dora y Sebastián. Hacía mucho que no tenía esa sensación tan linda. "Como cuando sos chico y entras a una habitación por primera vez", o como aprendí ahora: "Como cuando ERA chico y ENTRABA a una habitación por primera vez". No sé por que, pero todo estaba teñido de un color amarillo, casi anaranjado. Y eso hace que hoy ese recuerdo tenga todavía mayor calidez.
No es semántica pura, creanme. Es HACERSE CARGO. Y como le dije a estos lindos profes: sentí que muchas cosas se podrían solucionar si dedicáramos algunas horas diarias, algunos minutos diarios, a reflexionar sobre lo que vimos, hacemos y pensamos. Sobre cómo "actuamos" ante los distintos desafíos. Nos haría tan bien como país! Y esas palabras que repitió Dora sobre el cierre del seminario: "Ahora sé que esto es lo que buscaba en el teatro". Refiriéndose al cambio, al clic, que hizo en cada uno de los 12 asistentes. Y lo dijo con lágrimas en los ojos. Y sentí que esa frase también era mía.
La noche del sábado no paré de hablar y ESCUCHAR. Me senté con mi compañera de teatro, en medio de una fiesta de otro compañero con el cual también compartí el seminario. Con ellos estamos encarando el primer desafío profesional autogestionado desde que empecé esto de la actuación. Hernán y Jimena. Dos grandes seres. Con Hernán no paramos de hablar y compartir cosas, empecé a hablar con él en mayo, ero tengo la sensación de conocerlo de toda la vida. sin embargo con Jimena fue distinto. Sentí que había feeling como se dice ahora, pero nunca había "escuchado" demasiado. Creo que en verdad nunca la había escuchado. Y esa noche le presté atención a cada una de las cosas que dijo. Cada una de las palabras que pronunciaba. Cada gesto que hacía con la mirada. Y comprendí que no me había equivocado. Son dos grandes compañeros. Como dijo Dora citando a alguien que no recuerdo bien: prefieren una búsqueda del tesoro para la vida, y no los palos en la rueda o las piedras en el camino.
Y aquí sigo. Como mi compañero Hernán. Maravillado. Levitando el día. Contento por haberme encontrado con mi papá, que desde que pasó a otro plano no había podido volver a sentirlo, escucharlo, verlo. Y ahora sí. Sé que me acompaña en cada paso que doy. Y que me está ayudando para que encuentre ese maestrito yoda que hay en cada uno de nosotros. Y sé también que quiero vivir los escenarios para compartir, transmitir, cada uno de mis sentimientos. Dar lo mejor de mi para que eso se transforme en energia pura y contagie, y sirva para provocar algún cambio, una verdadera caricia desde las legendarias tablas.
24 septiembre 2006
Las moscas
Qué es lo que pasa con las moscas! Estamos en otoño y siguen volando por mi cocina como si nada. Antes no había tantas moscas en otoño. Creo que no. No, no había tantas. Cuando era chico y pasaba los veranos en San Pedro –San Pedro provincia de Buenos Aires, no San Pedro de Jujuy- ahí sí que había moscas. Pasábamos veranos enteros en la casa de mi Abuelo de San Pedro. Era peronista mi abuelo. Ferroviario. Se ponía en la casilla y cuando venía el tren atendía la barrera. Trabajó como treinta años en la barrera. Después, cuando vino Menem se quedó sin trabajo.
Pero él lo defendía a Menem. No sé por qué lo defendía. Porque se quedó sin trabajo, pero seguía siendo peronista y decia que Menem era peronista. Creo que una vez hasta le dio la mano y todo... El Turco fue a San Pedro y aterrizó con una comitiva enorme en ese aeropuerto tan chiquito... Pero mi abuelo igual pudo darle la mano. Estaba muy contento ese día... Había cosas que lo ponían muy contento, aunque no lo demostraba. Por ejemplo festejar en familia. Se ponía como un chico. Pero tenías que saber percibirlo, porque sino no te dabas cuenta. Era feliz con eso. Cocinaba desde muy temprano. A veces asado, otras lechón... ¡Qué bien cocinaba el lechón en cruz! Una vez se fue al criadero de los Guso, que vivían al lado y se trajo un conejo. Pero el lechón en cruz… ¡Ahhhh! Ese era exquisito. Toda la tarde haciéndolo, y parte de la noche. En un rincón acumulaba brasas. Después lo ponía en la heladera y al otro día se comía frío con un montón de salsas. Tenía una mesa enorme de madera, un tablón gigantesco que ponía arriba de dos caballetes. Ahí comíamos todos, debajo de una gran parra. Éramos como 30 familiares. Los primos de mi tía Nora que eran 4 en esa época, los primos de mi tía Suni, mis 4 hermanos... ahora somos 6, pero en esa época éramos 4 y nos llevábamos bien... Nos sentábamos alrededor de la mesa y golpeábamos los tenedores para que se apuraran con la comida... “Queremos comer, queremos comer... sapo reventado... cucaracha frita”. Mi tía se enojaba... ¡Cómo se enojaba mi tía! Ella era muy religiosa... Y sigue siendo... Va todos los domingos a la iglesia...
Pero recién después de comer se llenaba de moscas. Y además ¡era verano! Acá no, acá es otoño y todavía hay moscas. Cuando era chico en otoño no había... No, no había. Y debe ser por eso del cambio climático. Por la tala de árboles en Brasil. Por eso está cada vez más loco el clima. El otro día leí en Internet que se eliminan bosques del tamaño de
Siempre me pregunta lo mismo mi mujer: “¿Cuando vas a arreglar el techo negrito?”... y yo meta tirar del carro. Debe pensar que lo hago a propósito. Pero yo no lo puedo arreglar. No sé. Ya le eché de todo y no salen las manchas. Es que a la humedad no la sacás tan fácil... Hay que hacerle un reboque y después echarle la ceresita, pero sale cara. No es fácil... No. Por eso se llena de moscas. La comida se pega en el techo y ellas se ponen ahí para comer. Se limpian las patas y comen. Por lo menos ahí la cadena ecológica funciona...
J.P.K.
19 septiembre 2006
Aquí estoy, este soy yo
Mi madre lo sigue creyendo. Por eso siempre lo repite. Le cuenta a las vecinas lo que hace cada uno de sus seis hijos. En mi caso hasta les lleva los videos. Y los muestra orgullosa. "Es mi hijo mayor; siempre fue muy creativo, desde chiquito... es el calco del abuelo", dice. Y a mí obviamente me encanta escucharlo. Y darme la licencia de creerlo. Por qué no.
Eso es lo que voy a intentar en este blog. Escribir sensaciones. Creermela un poquito; explorar esa parte de mi que escrudiñé con placer desde chico hasta bien entrada la adolescencia. Como hacía cuando iba a los talleres literarios, a la biblioteca Tuñón y era socio de Clepsidra. Decir las cosas que uno piensa, en fin. Para halagar o no. Para que me halaguen o no. Ser palabra escrita entre miles de palabras virtuales.
¿Por eso será que me atrae tanto la idea? Y es que me entusiasma sobremanera, porque cuando tenía 11, 12 o 13 años -ya no recuerdo con exactitud la edad- hacía revistas. La revista del Día del Padre, que se editaba cada año por una semana. La Revista de los Chicos, que comunicaba el mundo infantil de todos mis hermanos ¡con titulares sensacionalistas y todo! Y ya más elaboradas con letraset como Icaro, de la que ya les hablaré alguna vez, pero que fue ¡la primera con anunciantes! Revistas para decirle cosas a la gente. Halagar o no. Con la firme convicción de plantarme frente al mundo para decir "Ey!, este soy yo!, y esto es lo que pienso"
La internet (como quien dice La Claudia, La Yanina) es en definitiva como un revista más. Porque al fin y al cabo permite también hacerse ver, leer y escuchar por más gente. Como una revista para quien quiera leerla pero sin la necesidad de conseguir avisos para subvencionarla. Te hace sentir que es más fácil plantarse. Aunque en el fondo siempre sepamos, o al menos sospechemos, que la Tierra es solo un puntito más de luz en este basto universo.