La frase del mes

"...Yo no estoy contra la policía, simplemente me da miedo..." (Alfred Hitchcock)

30 julio 2007

Proteo y Cangrejo... (Una de príncipes)

El sábado fui a ver una opera de títeres para chicos, la del título, Proteo y Cangrejo... Se trata de una versión libre de la ópera “As variedades de Proteu”, de Antonio José Da Silva “O Judeu”. Y me invito una de las dires del cole, Andrea Pita, que trabajó en la adaptación de los textos junto con Tito Lorefice.
Realmente me pareció un espectáculo maravilloso desde cualquier punto de vista. Es que el hecho de entrar al Teatro Avenida, que tiene casi 100 años de historia (se inauguró en 1908, 69 años después sufrió un gran incendio y en 1994 fue reinaugurado con una obra cuyo protagónico lo tuvo ni más ni menos que al tenor Plácido Domingo) se puede considerar un espectáculo. Con esa cúpula maravillosa, las luces de candelabros y las butacas aterciopeladas, hay para mirar y admirar desde las escalinatas hasta su interior.
Pero lo que es enteramente exquisito es que una obra barroca pueda mantener la atención de los niños de esta época, acostumbrados a golpes, efectos especiales y lenguaje de imágenes. Contra plástico, circuitos y metal de las nuevas tecnologías, tergopol, madera, aserrín, resinas y sogas dan forma y movimiento a los protagonistas centrales de la historia. Y lo hacen muy bien, desplegando una decenas de efectos ante la platea. Sin embargo estos efectos están muy lejos de ser digitales, sino que corresponden al arte que brota del propio cuerpo y expresividad de Tito Lorefice, titiriteros del CIPTO (Centro de Investigación y Producción en Teatro de objetos), de la Escuela de Humanidades de la UNSAM,cantantes líricos; y un seleccionado de alumnos de la Orquesta Infanto - Juvenil de la Orquesta-Escuela de Chascomús, formada por músicos de 12 a 21 años.
Es realmente apasionante ver a los titiriteros de gesto (Esteban Quintana, Celeste López, Pablo di Pasquo, Silvina Bastías, Ivo Siffredi y Carla Doorn) y de voz (Ernesto Musano, Adriana Sobrero, Fernando Morando y Flor Svavrichevsky) hacer sus mímicas y movimientos corporales sobre el escenario. Y más aún que esa magia recree un poco en los chicos lo que se hace en las películas actuales, donde también el doblaje es en vivo (aunque se puede editar y aquí no PORQUE ES TEATRO!!) o lo que se puede apreciar en los extras de los DVDs cuando se ve a la orquesta grabar sus líneas mientras se proyecta la película en pantalla grande.
Por un lado entonces es como estar metido dentro de un gran Backstage, pero por otro el espectáculo continúa y hay una historia de amor que corre. Y es la historia de Proteo que se enamora de Cirene a pesar que el padre de esta última tiene otros planes más ambiciosos para ella y la de Cangrejo (el personaje más risueño de esta obra y cómplice de la platea infantil) que intentará enamorar a Brisa con mil artilugios, entre ellas la habilidad de convertirse en diferentes objetos.
Quizá el escenario del Avenida no es lo que era, pero por momentos la acústica juega algo en contra de esta ópera, sin embargo el despliegue visual y algunos guiños en el texto ("No me peguen, soy el Rey", dice el Rey Punto en una frase que largada carcajadas cuando se la asocia a Giordano frente a los golpes de los barra brava) le quitan el traje de ceremonia para compartir con los pequeños la magia que 42 personas ponen sobre las tablas. Y los lleva de paseo tres siglos atrás para demostrarles que las historias de amor, y el humor, siguen y seguirán siendo los mismos motivadores de siempre. Porque en el fondo el amor y la amistad es lo único que prevalece en el tiempo.

20 julio 2007

Semana de las emoticones

Argentina - Brasil. Los nervios de las primeras picadas. El gol en seco. El no poder de Riquelme. La Magia del pibe Messi paralizada por esa barrera amarilla invencible. El gol encontra de Ayala y el Pato que siempre parece superado, ni amaga con tirarse. Me pone de la nuca. Se le ensucian los guantes? Nada que ver con Fillol! No merece ser Pato! El ano que se va y me hace el chiste facil de bronca. El segundo tiempo de la esperanza que no viene. La ultima bocanada de grito ahogada con el tercero. Me quiero ir a la radio. Me quiero ir. Hacer de El Chinito, que festeja los goles de Ayala y baila con su tribuna amarilla en honor a su nombre. Pedro que siempre esta dispuesto a cederte un espacio. Las risas de la comparacion con el Topoyiyo o Topogigio o Gigio aparte del Topo... Dormirse tarde de tanta adrenalina. Despertarse temprano. Jugar a los periodistas con los chicos de sexto. Divertirse. Ensayar la anteultima pasada antes del estreno. Y todo es una sucesion de imágenes en la cabeza. Las acciones que hacen infinita la imaginacion. Otra vez tarde. Besos a mi Karin que siempre acompaña. Y ya es martes y estoy en la escuela otra vez. Como teletransportado. Aparecí en el aula y sigo con la idea de la escuela-medio que me ronda en la cabeza. Las fotos de Fridas. Otra vez ensayo. Y descubre nuevas variantes y me asombro de mi energía. Como se manipulan las tensiones. Cómo no dejo de cansarme. Y además edito en 10 minutos los sonidos de la obra. Y todo se precipita. Es un videoclip infinito de creatividad. Ahora queda solo un día y digo llego temprano a casa, pero no. Mas Fridas, mas virtualidad. Pero al menos hay un poco de amor. Entonces es jueves y Libertad Titis me habla de Francia, me gusta escuchar sus historias, porque sigo dentro de la peli. La catarata de sexo para frenar mi adrenalina, que ahora es gigante y hace palpitar mi corazon como si corriera a pie a un carruaje de 4 caballos. No se por que me viene esa imagen pero estoy dentro del teatro cuando me doy cuenta. Estoy a 10, 9, 8, 7... 3, 2, 1, 0 y ya está en marcha la escena. Oigo el murmullo de la gente pero me sostengo en la mirada de Daniela, quiero hacer el langa, escucho algo de increíble por allí, quiero lucir, transmitir irradiar enceguecer con mi imagen. Se apaga la luz, se prende, se apaga, se prende y el derroche de adrenalina sigue su curso por mi cuerpo es energía que fluye como energía escucho algunas risas y trato de que no me lleven porque quiero liderar ahi en las tablas, no soy parte de ellos sino que quiero brindarles parte de mi mostrarles quien soy cómo pienso cómo expresa mi cuerpo. Disfruto, por momentos creo que faltó más. Estoy seguro pero igual lo disfruto. Y llega Armstrong para abrir el paraguas contar el final con un beso y un saludo. Todo es disfrute. Ya estoy con mi muñeca y la princesita. Me abrazo con mis amigos. Otra vez hablamos distendidos emocionados felices de seguir siendo amigos. Mamá Carola nos espera despierta con el demonio de tasmania que es mi hijo y no se cansa porque es como el padre y la madre que siempre hacen. No importa el dinero. La felicidad y las vacaciones. Estar bien despiertos a cada momento de la vida. Hacer hacer hacer... Lastima que murió el negro Fontanarrosa esa noche antes del día del amigo. Pienso en un segundo en mi viejo Carlos Pérez que era gráfico y anarquista. No creo en el cielo pero capaz estan ahi con el negro Olmedo cagandose de la risa de todo lo que hicieron. Ya es día del amigo. Mensajes de texto temprano para que los celulares no se bloqueen, como el efecto Y2K o el tequila, como el fin del mundo. Cierro el día con una charla sobre lo que podemos hacer en la escuela como un medio. Cierro otra charla de lo que podemos hacer juntos para la radio. Hacer, hacer, hacer... el amor con la vida? Es demasiado cursi pienso y me importa un comino. A mi me gustan los chistes malos contados repetidas veces. Así causan gracia. Así me sigo riendo de esta vida una y mil veces, como la palabra mierda le hacía gracia al negro rosarino, como los culos que tocaba el pelado Olmedo, como el gol en contra de Ayala justo un domingo, antes de planchar los guardapolvos viste?

12 julio 2007

La nieve en imágenes y en video

No podía resistirlo.
Optimicé, seleccioné y subí finalmente algunas fotos del otro día.
QUE BUEN RECUERDO PARA TODA MI VIDA!








10 julio 2007

El manto blanco que produce sonrisas

Los copos de nieve imponen una magia especial. Es increible, pero ayer lo único que hacía era mirar cada 5 minutos cuánta nieve caía, que tan grandes eran los copos que venían del cielo y cuánto se acumulaba sobre los techos de los autos, en las plantas del patio y sobre el tejado. Mis hijos hacían lo mismo. Sacábamos fotos. Las descargábamos. Las mirábamos. Bajábamos a la vereda. Y volvíamos a sacar fotos. Y volvíamos a repetir la rutina cada 5 o 10 minutos. Cada vez eran más grandes los copos. Los probé y eran más increíbles todavía. Hacíamos muñecos sobre los techos de los coches. Mis hijos extendían las manos como cuando la descubrieron por primera vez en la precordillera y después ascendimos hasta el túnel internacional que da paso a Chile. Caía una tormenta increíble y con la gordita corrimos hasta una iglesia para refugiarnos del frío. Su risa era enorme. Mi jeta era un dibujo jocoso.
Por eso ayer pasó lo mismo. Les pasó a todos. O a muchos. Se dibujaban muecas incrédulas sobre los rostros. La calle era una fiesta. En el noticiero mostraban cómo los chicos, los grandes, sin distinción, hacían de un evento natural un festín.
Un poquito de miedo me dio después. Porque me pregunto si tendrá que ver con el cambio climático. Y aunque hace 89 años pasó lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires, digo si esto se repetirá. Si lo que hoy es un disfrute de imágenes se transformará en un paisaje habitual de cada invierno. Lo que nos esperará para el verano. O para más adelante aún. Si quienes no tienen un refugio deberán enfrentar más azotes de un clima que cambia quizá por nuestro poco respeto a la naturaleza. Y hasta parece increíble y contradictorio, porque un evento natural nos sorprende pero nos refugiamos en ciudades de cemento que hacen oda a la tecnología.
Mirá si tuviéramos cascadas también para zambullirnos. Mirá si las calles fueran barrancas. Y nos trepáramos a los árboles e hiciéramos batallas de barro. Pies en las zanjas. Saltamontes en los hormigueros. Como mi infancia en San Pedro. Cuando perseguía a los pollitos y mi abuelo me hacía escuchar cómo hablaban las hormigas, en un efecto con papeles de celofán. Como en 1918 con Plaza de Mayo y el Congreso abarrotados de copos.
Eso trajo la nieve en mi cabeza mientras la veía caer por la ventana y las hojas del romero, el tomillo y el laurel se teñían de blanco.

03 julio 2007

Universo paralelo al trabajo

La fantasia es parte de mi naturaleza.

En este exacto momento

mi fantasia parte de la idea de que Paola

es cómplice de mi mirada.

Que esa sonrisa que parece dibujar

o que mi fantasía dibuja en su rostro

es para mi.


Solo para mi.


Entonces Paola de ojos azabaches y boca prepotente

deja todo lo que hace

porque no puede pedirle más tiempo a su placer

porque intuye que mis deseos la devoran

deja de pulir ese piso de mil veces de brillos pulidos

para ponerme en literales aprietos,

para poner a tono nuestro pulso.


Su lengua muerde mi oreja.

Su boca come mi cuello.

Parece un vampiro porque en verdad succiona muy fuerte.

Mis manos se atropellan

Acaparan sus muslos

Toman posesión indefinida.

Ella desnuda su cuerpo.

Deja que la yema de mis dedos describan sus curvas.


Entonces Paola

llena de éxtasis

¡quiere sexo conmigo!

mientras las viejas de allá adelante

discuten pavadas de sus vidas coquetas.


Quiero decirle tantas cosas...

pero ella me lo impide con una mueca irónica,

con una sonrisa diabólica

con esa mirada de ojos gigantes

que esta noche no me dejará dormir.


Acaba con roces.

Llena de humedad.

Hace lo mismo conmigo.


Y en mi fantasía,

aunque la siga viendo ser tan prolija en esa casa ajena,

aunque mi líbido le haga el amor sin respeto,

Paola anota ligeramente su número en la palma de mi mano,

coloca sus dedos entre los dientes blancos

perfectos

y se retira con una contorsión adolescente

sin importar horarios y formalidades

sin reservar un solo segundo

tanto sexo que irradian sus caderas.