Argentina - Brasil. Los nervios de las primeras picadas. El gol en seco. El no poder de Riquelme. La Magia del pibe Messi paralizada por esa barrera amarilla invencible. El gol encontra de Ayala y el Pato que siempre parece superado, ni amaga con tirarse. Me pone de la nuca. Se le ensucian los guantes? Nada que ver con Fillol! No merece ser Pato! El ano que se va y me hace el chiste facil de bronca. El segundo tiempo de la esperanza que no viene. La ultima bocanada de grito ahogada con el tercero. Me quiero ir a la radio. Me quiero ir. Hacer de El Chinito, que festeja los goles de Ayala y baila con su tribuna amarilla en honor a su nombre. Pedro que siempre esta dispuesto a cederte un espacio. Las risas de la comparacion con el Topoyiyo o Topogigio o Gigio aparte del Topo... Dormirse tarde de tanta adrenalina. Despertarse temprano. Jugar a los periodistas con los chicos de sexto. Divertirse. Ensayar la anteultima pasada antes del estreno. Y todo es una sucesion de imágenes en la cabeza. Las acciones que hacen infinita la imaginacion. Otra vez tarde. Besos a mi Karin que siempre acompaña. Y ya es martes y estoy en la escuela otra vez. Como teletransportado. Aparecí en el aula y sigo con la idea de la escuela-medio que me ronda en la cabeza. Las fotos de Fridas. Otra vez ensayo. Y descubre nuevas variantes y me asombro de mi energía. Como se manipulan las tensiones. Cómo no dejo de cansarme. Y además edito en 10 minutos los sonidos de la obra. Y todo se precipita. Es un videoclip infinito de creatividad. Ahora queda solo un día y digo llego temprano a casa, pero no. Mas Fridas, mas virtualidad. Pero al menos hay un poco de amor. Entonces es jueves y Libertad Titis me habla de Francia, me gusta escuchar sus historias, porque sigo dentro de la peli. La catarata de sexo para frenar mi adrenalina, que ahora es gigante y hace palpitar mi corazon como si corriera a pie a un carruaje de 4 caballos. No se por que me viene esa imagen pero estoy dentro del teatro cuando me doy cuenta. Estoy a 10, 9, 8, 7... 3, 2, 1, 0 y ya está en marcha la escena. Oigo el murmullo de la gente pero me sostengo en la mirada de Daniela, quiero hacer el langa, escucho algo de increíble por allí, quiero lucir, transmitir irradiar enceguecer con mi imagen. Se apaga la luz, se prende, se apaga, se prende y el derroche de adrenalina sigue su curso por mi cuerpo es energía que fluye como energía escucho algunas risas y trato de que no me lleven porque quiero liderar ahi en las tablas, no soy parte de ellos sino que quiero brindarles parte de mi mostrarles quien soy cómo pienso cómo expresa mi cuerpo. Disfruto, por momentos creo que faltó más. Estoy seguro pero igual lo disfruto. Y llega Armstrong para abrir el paraguas contar el final con un beso y un saludo. Todo es disfrute. Ya estoy con mi muñeca y la princesita. Me abrazo con mis amigos. Otra vez hablamos distendidos emocionados felices de seguir siendo amigos. Mamá Carola nos espera despierta con el demonio de tasmania que es mi hijo y no se cansa porque es como el padre y la madre que siempre hacen. No importa el dinero. La felicidad y las vacaciones. Estar bien despiertos a cada momento de la vida. Hacer hacer hacer... Lastima que murió el negro Fontanarrosa esa noche antes del día del amigo. Pienso en un segundo en mi viejo Carlos Pérez que era gráfico y anarquista. No creo en el cielo pero capaz estan ahi con el negro Olmedo cagandose de la risa de todo lo que hicieron. Ya es día del amigo. Mensajes de texto temprano para que los celulares no se bloqueen, como el efecto Y2K o el tequila, como el fin del mundo. Cierro el día con una charla sobre lo que podemos hacer en la escuela como un medio. Cierro otra charla de lo que podemos hacer juntos para la radio. Hacer, hacer, hacer... el amor con la vida? Es demasiado cursi pienso y me importa un comino. A mi me gustan los chistes malos contados repetidas veces. Así causan gracia. Así me sigo riendo de esta vida una y mil veces, como la palabra mierda le hacía gracia al negro rosarino, como los culos que tocaba el pelado Olmedo, como el gol en contra de Ayala justo un domingo, antes de planchar los guardapolvos viste?
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