Periodista, actor, poeta, músico, técnico multimedia. Opinólogo por deporte. Bienvenidos al multifacético Mundo Kerco. Un espacio para que me conozcan y podamos intercambiar distintos grados de loKura.
La frase del mes
05 julio 2008
La Savia, Un canal con raíz educativa
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06 abril 2008
El alma de Janis Joplin la descubrí en San Pedro
Janis Joplin tenía una voz aguda, en gritos podía agujerear los sentimientos de cualquier corazón blusero. Natalia tiene registrode contra alto. Janis murió con apenas 27 años sumida en una profunda depresión por desamores y sobredosis de heroína. Natalia tiene 28 y piensa seguir mucho tiempo con la música. Pero entonces ¿qué tiene que ver Natalia Barrios, cantante de la zona oeste con la texana Janis Lyn Joplin, una cantante que apenas asomaba la década del 70 revolucionó para siempre la forma de cantar bluses? Más aún, saliendome de las formalidades podría decir ¡quién diablos es Natalia Barrios! Por ahora una desconocida. Una desconocida que descubrí en un escenario sanpedrino durante un Festival de Blues en un pequeño teatro de mi pueblo de nacimiento. Una ignota cantante que con su banda decidió sumarse a ese encuentro de Semana Santa con su propuesta: Tributo a Janis Joplin.
Descubrí semejante hazaña gracias a un volante pegado en una columna de luz. Supuse que quien pretendía homenajear a Janis Joplin debía tener al menos un buen ángel que lo protegiera. ¿Para qué sumirse en semejante osadía? ¿Por qué buscar el camino más difícil para mostrar talento? Podía ser un tremendo fracaso. Pero no.
Consciente o no de todas las jugadas que le corrían en contra, Natalia Barrios subió para mostrar la voz que le brota desde las entrañas. Una voz que no intenta imitar a la de Janis. Porque, como dije, no es igual a la creadora del notable solo a capella “Mercedes Benz” o el agresivo “Move Over”, por citar algunos de esos éxitos. Los registros son bien diferentes. Las vivencias y los tiempos históricos son bien diferentes también. Entonces, ¿dónde está el secreto para que esta chica me guste tanto? Creo tener la respuesta, la honestidad que tiene para cantar. Y el talento, por qué no. Es bien difícil querer ser Janis. Por eso Natalia eligió serlo desde lo que ella era: desde la transparencia, sintiendo cada palabra. Siendo consciente de la historia que Joplin quería contar.
La banda impacta desde el primer minuto. Y esa sorpresa, nuevamente, no es sólo por lo musical. Es tambén por la apuesta escenográfica: todos suben con vestimentas de hippies, ¡tienen aspecto de hippies! Ropas coloridas, barbas, sombrero alto sobre la cabeza de Natalia y una peluca extravagante. Así era Janis. Loca, desencajada, sin medir un solo segundo sus actos. Por lo menos así lo entienden estos chicos a los que, dicen, los ha tocado la mismísima alma de Janis Joplin para hacer sus vidas más placenteras. Las de ellos y las del público, que aplauden cada tema con ganas, sorprendidos de ver en escena a jóvenes tan desconocidos como profesionales.
El relato que Natalia despliega entre tema y tema sobre la vida de Pearl acompaña muy bien este show. La banda es compacta en todo momento y los puntos más altos del recital (“Cry Baby”, sin lugar a dudas) son muy bien acompañados, otra vez para deleite y descubrimiento del espectador, por la corista del grupo que con una personalidad calma, casi pasando desapercibida, despliega una voz furiosa, casi erótica, en sintonía con la propuesta de Natalia Barrios.
“Este es el primer recital que hacemos en público”, cuentan los integrantes de La Heroína del Blues (¿sarcasmo en el título?), Tributo a Janis Joplin, casi como excusándose. Pero no hace falta. Sólo se espera, espero, que la propuesta siga creciendo. Sin descuidar la musicalidad ni lo teatral del espectáculo. Sin pilotos automáticos. Con la mente y el espíritu comprometidos permanentemente con quien pretenden representar: el alma de la propia Janis.
La Heroína del Blues, Tributo a Janis Joplin:
Natalia Barrios : Voz
Marcelo Rolando: Guitarra líder y coros
Emiliano Casiraghie: Guitarra rítmica y coros
Leonardo Campos: Bajo
Facundo Rodríguez: Batería
Gabriel Yannattone: Teclados
boomp3.com
Clic aquí para escuchar la entrevista en el programa radial Utopias en FM, por la 90.1 Mhz, sábado 5 de abril de 2008.
02 abril 2008
El malestar que me produce la indefinición, o el miedo de entrar en una polaridad sin sentido
Es cierto que hacía mucho que no veía tanta actividad política como ahora. Y aunque hay actos patoteriles de por medio, la Argentina hoy es un caldero político. Los ciudadanos empezamos a ver que participar y decir es parte del juego de esta democracia y TIENE peso. Sin embargo, creo que resumir algunas posturas políticas por la cantidad de gente que copa una plaza, lo único que hace es sumar más a esas contradicciones permanentes que me acechan. Y esas contradicciones, el no poder explayarme claramente me aterran un poco. Porque aunque parezca ingenuo no quiero que se convierta en MI forma de pensar. No quiero asistir a una lucha ajenamente. No es lo que espero de mí mismo.
Algunas cuestiones políticas las puedo definir con claridad. Mal que le pese a las Cecilias Pando del país, me parece que mezclar Derechos Humanos, el hecho de poner siempre ante cualquier causa el tema de los Derechos Humanos como un símbolo de presión para mostrar lo "razonable" de una medida, no le hace bien a nadie. No se puede poner en una misma balanza un tema tan sensible como los Derechos Humanos con un tema de retenciones. Por eso me pareció muy inteligente cuando hoy, el compañero Buzzi, de la Federación Agraria, comenzó el discurso que planteaba la tregua por 30 días, nombrando a otros compañeros desaparecidos durante la última dictadura militar. Me pareció MUY inteligente. Con mayúsculas. Destacable en verdad. Le dio cierre a dos temas que podían generar dudas: a los K del gobierno que quieren acaparar la lucha por los Derechos Humanos como bandera propia, y a algún que otro cacerolero o chacarero, que agazapado entre la muchedumbre pretenda hacer de esta lucha legítima un momento propicio para cosechar espíritus pro golpistas. Ah, y un tercer tema también pudo disipar en su claro discurso de hoy a la tarde: las dudas que pudo despertar en algún que otro compañero al verlo "demasiado" cerca de la Sociedad Rural Argentina en la lucha de estos 20 días.
La sencillez con la que la gente de la Federación Agraria explicó cómo es el funcionamiento de este sistema que propone el gobierno es maravillosa. Y me queda claro entonces, que si bien las retenciones son necesarias para los grandes exportadores, estas deberían ser escalonadas, según se trate de pequeños, medianos o grandes productores. O algo así. Pero claro. El gobierno juega en un sistema capitalista y parece que no se anima, o no quiere, tener a los gordos del campo en contra. Si hubiera habido otra meta diferente a la de atar voluntades, por qué no llevó esta discusión al Congreso, por qué no generó y propuso el diálogo y consenso necesarios previos a la puesta en marcha del sistema...
Por último, no quiero dejar pasar de largo, un tema tan complicado como el gesto de Hebe de Bonafini. Me pregunto si este tema, esta presidenta, merecía el gesto de tener el pañuelo blanco de manos de Hebe? ¿Era el contexto, el momento justo? Es verdad que este gobierno como ningún otro ha puesto sobre el tapete temas como el genocidio de los dictadores del 70, pero de ahí a convertirlos en próceres de la lucha por los Derechos Humanos cuando se habla de retenciones... es por lo menos no pensar en el horror que vivieron miles y miles de hombres y mujeres en esos años de terrorismo de Estado... Es insultar, poner en contra, a compañeros del campo que han sufrido en carne propia esa tiranía. ¿O el dolor de ellos es menor por no coincidir con una política económica? ¿Hacía falta ese gesto? me pregunto una y otra vez. ¿Hacía falta una plaza peronista otra vez? Tanto discurso, tanta marcha, tanto corte... y otra vez el fantasma de quedar indefinido en el medio de tanto movimiento político. La típica indefinición de un ciudadano cuasi clase media. El típico argentino avestruz que no quiero ser.
CARAS Y CARETAS DEL PARO AGRARIO
Alfredo De Angelis: Me sorprendió su polenta. No sé cuál es su posición política en general, cuánta disposición a dialogar tiene, aunque parece serle fiel a quienes representa.

Cristina Fernández de Kirchner: Lindos discursos. Irresponsable. Siempre llevando las discusiones a las antinomias, que tan mal le hacen a nuestra democracia.

Eduardo Buzzi, Federación Agraria: Buen piloto de tormenta. Supo captar que debe serle fiel a sus representados y alejarse con sus discursos de las formas pro golpistas de la Sociedad Rural.

25 marzo 2008
La rebeldia hecha piquete agropecuario
Las medidas del gobierno no la pueden entender. Es un puñal por la espalda. Mas aun porque hace pocos meses votaron a Cristina, "porque al fin y al cabo es un gobierno peronista, y porque quien va a gobernar sino". Asi estan entonces. Indignados, dispuestos a agarrar las escopetas para pelear contra la mafia de Moyano. Lejos de saber lo que son las guerrillas, los piquetes o las luchas a fuerza de prepotencia. Con la bronca latiendoles el corazon, con algo de miedo al salir de casa para ir a la ruta. Y por que no más envalentonados cuando sobre el asfalto se encuentran con otros colegas, mejor posicionados algunos, más tirando a clase media pobre otros. Tomandole el gusto a la rebeldia tímidamente.
En imágenes, la vuelta del lunes de Semana Santa, a las 15hs. Apenas saliendo de San Pedro a la ruta:
19 febrero 2008
De Alta Gracia a Cuba

Es precisamente el pensamiento opuesto de gente como Manuel de Falla y, aunque esté en las antípodas del gran maestro, el Che Guevara, lo que me atrajo ir a Alta Gracia. Dos símbolos de perseverancia, estudio, sacrificio, entrega en cuerpo y alma. El trabajo permanente por las convicciones hasta la muerte. Llegué a la casa del gran compositor con una tormenta terrible pisándome los talones. Para ser sincero debo agradecerle a la lluvia, porque pasé más tiempo del que pensaba en esa casa, lo que derivó en una lectura minuciosa de cada cartelito, recorte o libro que se encontraba en las habitaciones de la casa-museo. Hasta tuve el privilegio de escuchar una magnífica ejecución de una obra de Bach en el mismísimo piano que usara Don Manuel en sus últimos años de vida, por un estudiante de música clásica venido de La Plata, acaso otra ciudad simbólica por la batalla mantenida por sus estudiantes en épocas de dictadura.
En medio de mis vacaciones apareció la palabra exilio. Creo que hay palabras que conviven con uno permanentemente porque de alguna manera las buscamos. Me había ido de Buenos Aires el 9 de enero despidiéndome desde el programa radial Utopias en FM con un testimonio recogido a Juana, una mujer que en su juventud se llamaba Libertad pero que a causa de la dictadura franquista debió cambiarlo por Juana. Y aquí en casa de Don Manuel aparecía el tirano Franco nuevamente. Por eso, me llamó poderosamente la atención todo el tema del traslado de sus restos a España. El maestro hubiera preferido que su cuerpo volviera en post dictadura, y sin embargo la palabra del tirano y de los suyos no habían respetado ni siquiera esa voluntad. Casi el único pedido de alguien que había sido ferviente católico toda su vida, y quienes dicen defender la moral de la iglesia no respetaban ni un décimo de sus deseos.

En la descripciones y detalles de la vida de Falla aparecen fotos y rememoraciones a García Lorca. Mirando por la ventana de la casa se puede ver, casi al pie de la calle, el parque dedicado al poeta. Como la tormenta ya había pasado decidí ir con mi familia hasta allí. Desde la loma de la calle donde habitaba Don Manuel se ve una cruz sobre un cerro. No es que me atraigan las cruces, pero donde hay cruces por lo general hay buenas caminatas hacia algún cerro. Asi que el rumbo fue diferente, primero ver donde se enclavaba esa cruz y de allí al Parque Lorca. Paradójico, pero la cristiana caminata concluiría con la visita a dos símbolos antagónicos: el parque del poeta, y la casa que habitara Guevara en su niñez.
Después de largos trechos de subidas y bajadas, me enteré que ese camino era la famosa ruta de la virgen de Lourdes, y aunque no tenga religiosidad alguna debo decir que me impresionó ver la cantidad de deseos y pedidos a la virgen plasmados en azulejos, velas, casitas de madera, flores y recuerdos de todo tipo. Es impactante ver como el dolor se puede mitigar con promesas espirituales. Supongo que el pensamiento mágico sigue dominando al ser humano, y creo que en parte esas velas derretidas sirven para aplacar el dolor que nos produce la muerte de seres queridos.
Para mi fue significativo la visita a la casa del Che después de todo esto. Ver dos mundos tan distintos por momentos trae reflexiones encontradas. Al llegar a lo del Che, debo decir que esperaba algo más de lo que vi en aquella visita. Me impactó que la mismísima casa de Ernesto Che Guevara estuviera plagada de alarmas, guardias de seguridad y personal turístico que parece cansado de ver gente; me pareció incluso que la palabra Che les producía cierto escozor. Pensé en mis tiempos de secundaria, cuando trabajaba en un laboratorio de química haciendo controles de calidad sobre distintas latas, entre ellas las de duraznos. Sobraban tantas latas que siempre llevaba a casa para toda mi familia 4 o 5 por semana. Me has

La casa es un fiasco. Es verdad. Mucho de lo expuesto allí lo tengo visto y leído en revistas y libros. La moto, la bicicleta y el cartel de Propiedad Privada arrancado por el Che es lo que más me conmovieron. Pero lo cierto es que volví con ganas de abrir ese libro que dormía en casa y que me prestara la querida señora Juana, la que Franco no dejó que se llamara Libertad, el libro que escribiera Pacho O'Donell sobre el Che. Y nunca mejor momento. Parece mentira el destino, pero después de ese viaje de Alta Gracia, hoy me encuentro con el espíritu cubano a flor de piel. Porque es martes y me despierto con la noticia de que Castro dejará el gobierno. Cualquier necio tendrá que reconocer que Fidel ya es parte de la historia. Y aunque es verdad que a veces me provoca molestia el hecho de que un cubano no pueda salir de Cuba para visitar, por ejemplo, el mismísimo lugar donde ca

Pero no quiero caer en el facilismo de opinar sin saber. Por eso, en estos días voy a dedicarme a leer todo lo que significa Cuba. Al menos para confirmar o desechar la idea de que vivir con otras ideas, diferentes a las que dicta el mercado, es posible. Como lo hacía el Che, que además de tener unas pelotas enormes para combatir a opresores y torturadores, sabía pasarse grandes momentos de su tiempo leyendo y estudiando. Les guste o no a sus detractores, que solo se molestan en pintarlo como un asesino salvaje.
18 enero 2008
Reflexiones desde Córdoba
Releo un poco y siento que no tengo derecho a quejarme. Porque la verdad es que tengo 30 días para hacer ocio. Y es verdad que no todos tienen esa posibilidad. Lo sé. Y un poco la verdad me avergüenza si digo que no estoy conforme del todo. Pero mi trabajo es así. Advierto el "pero". Al menos, hasta la fecha. Advierto el "al menos". Un tipo de laburo en el que 11 meses dedicás horas y horas al mundo digital. Para que todos los bits sigan en marcha. Un planeta donde la gente vive una especie de universo paralelo. Con shoppings, paisajes, autos, motos, aviones y muchas apuestas y sexo. Todo desde el confort único de la casa. Sin moverse ni un ápice del sillón. Mirando como pasan los tiempos virtuales por el monitor con absoluta atención.
Risa tragicómica de por medio para decir: "Yo vivo de eso". Escribo sobre eso. Enseño a aprovechar mejor la tecnología. Observo y reparo redes y computadoras para que las cosas sean más rápidas, más eficientes. Y hablo de la multiculturalidad y los beneficios de estar interconectados. El 90% de lo que digo durante los 11 meses que trabajo desde mi mouse óptico y el teclado inalámbrico lo creo. A veces creo que creo el 99% para ser honesto. Me reservo el 1% porque también tengo el enorme defecto de estar siempre un porcentaje inconforme.
Tengo una familia que adoro. Una mujer que es capaz de soportar una nariz que sacara el primer premio en una exposición de zanahorias, citando al poeta que más quiero. Sin embargo, advierto el "sin embargo", esos 30 días que me reservo para convivir cara a cara con la naturaleza, para realizar tareas en equipo con mis propios hijos y mi media naranja, puedo decir sin dudarlo que tengo el 100% de felicidad adquirida. Es un ejercicio que me han querido sabotear muchas veces. Pero desgraciadamente para el que lo intenta, no lo sabe pero pobre de él va a fracasar 100%. Porque este ejercicio de ser alegre por el solo hecho de sentir el ruido de las cascadas, ver el intenso brillo que producen las estrellas cuando no hay ciudades llenas de luces artificiales, ni smog que cubra los cielos... despertarse solo por el trinar de los pájaros, sentir la naturaleza como parte de tu propia alma, es lo que me hace sentir enteramente vivo. Y eso me pasa desde chico.
Siempre, al contrario de lo que pueden pensar muchos de quienes suponen conocerme, he tratado de ver la manera de que ese entorno de verde, tierra y agua conviva conmigo cada vez más. Y aunque estén las preocupaciones, la obligación y el deber de que a mi familia nunca le falte nada, quiero ver el modo no sé cómo de encontrar el equilibrio de que mi vida se acerque más a la tierra. Respirar estos aires que respiro durante 30 días. Pienso que en la vida los tiempos deben transcurrir en el tiempo que deben transcurrir. Que las cosas tienen que ir en sintonía con lo que nuestro querido mundo pide a gritos: que vivamos de él sin afixiarlo. Una meta que podemos lograrla. Aunque en esto, advierto el "aunque", desgraciadamente también me reserve un 1% de duda.
07 enero 2008
Observación de las hormigas
para Utopias en FM
El hombre es un ser maravilloso y diabólico a la vez. Claro que esto no es ninguna novedad, es casi obvio. Pero de todas maneras no deja de asombrarme las cosas que podemos construir, los objetos y herramientas que algunas veces son de una belleza inimaginable. Y más aún me cautiva esa habilidad que tenemos para deducir por medio de la observación. Gran parte del aprendizaje de nuestra especie se la debemos a la observación de insectos y animales que habitan este planeta, por ejemplo.
Claro, ahora que hemos aprendido a volar y salir de nuestro propio habitat, también tenemos la posibilidad de observar más allá de nuestro propio nido. Ver como los cometas surcan una y otra vez los mismos circuitos del universo. Presenciar el momento en que una estrella nace y muere. También podemos inmiscuirnos cada vez más en la microscópica vida de bacterias y microbios. Y en ese devenir de miramientos podemos por ejemplo saber que las hormigas, las negras, las rojas, las de cola gris, cualquiera de ellas, son capaces de encontrar el camino más corto entre una fuente de comida y su respectivo hormiguero sin utilizar claves visuales. Es maravilloso, porque hacen esto simplemente por seguir el rastro de las feromonas.
Y se me ocurre las hormigas quizá porque siempre me han intrigado. Desde chico. Recuerdo una vez que mi abuelo me dijo que las hormigas hablaban y para demostrarlo metió dos o tres de las negras en una bolsita de celofán. Cuando acerqué la oreja pude comprobar que emitían un chirrido muy pequeño pero constante. Entonces el asombro hacia las artimañas de mi abuelo fue infinito. Y ni qué decir de las hormigas, que a partir de entonces pasaron a ser casi un producto de investigación constante con todo tipo de pruebas en mis horas libres. No tengo registro de cuantas horas, pero puedo decir que ese año cada vez que salía del colegio alguno de estos bichitos me sufría.
En San Pedro el juego con los hormigueros era una ceremonia infaltable. Yo jugando y ellas siempre produciendo. Trayendo comida para el hormiguero. Me asombraba sobremanera esa manera de asumir su rol sin inconvenientes, trabajando siempre sin cansarse una sola vez. Y más de una vez me preguntaba si tendrían horas libres, citas entre ellas, hobbies... no sé, alguna actividad diferente a la que ejercen diaria y rutinariamente; la humilde y monumental tarea de llevar comida para la colonia.
Pero no estoy aquí para hablar de las virtudes de las hormigas, es claro. Ni quiero pensar el mundo como un gran hormiguero, por supuesto. No me imagino, especialmente yo, José, nacido en San Pedro y de idiosincracia argentina, trabajando todos los días rutinariamente para llevar alimento a la colonia. Digo colonia en este caso como designación de un lugar común desde el cual todos podamos alimentarnos. Para alejar cualquier suspicacia política.
Imagino por un momento lo que seríamos miles de argentinos surcando los caminos, todos los días, al mismo lugar, sin hobbies, ni citas entre amigos, sin cafés de por medio, sin mate ¡y sin el asadito!
Sé que muchos quizá no tienen esa posibilidad. Pero hablo por mi en este caso. Y quiero ser enteramente sincero al respecto: creo que no sobreviviría un solo día sin esa pausa necesaria dedicada a las relaciones humanas. Lo digo sin complejos, culpas ni arrepentimientos: "hacer huevo" es parte fundamental de mi rutina de argentino.
No quisiera saber lo que piensan las hormigas argentinas de los humanos argentinos como yo entonces. “Son la paradoja hecha país”, divagaran. “Una tierra viviente que se retroalimenta de sus propias contradicciones”, dirá alguna filosofa de seis patas.
Es que desde el punto de vista de ellas, desde esa distancia al ras del suelo pueden ver claramente que los humanos argentinos, al contrario de sus pares hormigas argentinas, no somos capaces de hacer ni medio minuto de cola en la carnicería sin querer saltarnos de la línea de alguna manera.
Creo que estos integrantes de la "gran colonia" deben consultar en sus manuales de comportamiento humano, si es normal que dentro de esa idiosincracia del especimen argentino haya paros cada 5 minutos, obreros mal pagos, sindicalistas corruptos, políticos que permanentemente atentan contra las propias reglas que ese país argentino ha creado con una constitución que no parece para nada argentina. Digo, qué le dirán las hormigas papás a las hormigas bebes cuando se les acerca un pie argentino. “Que te pise ¡pero no lo escuches, nene!”
Tal vez si intercambiaramos un ratito nomás las vidas, podríamos comprender que está bueno poder tomarse el espacio que como argentinos nos tomamos entre tarea y tarea. Hacerle gloria a los cafés donde Oliverio Girondo, Homero Manzi, Fito Paez, y una larguísima lista de poetas, abogados, médicos, policías, juristas, profesionales y vecinos de esta querida Argentina han parado para hablar un rato de sus vidas. Que han hecho pausa para compartir un momento con amigos, antes de seguir como hormiguitas, el trabajo diario que sirve para aportar cambios a esta gran casa Argentina que también forma parte de la aldea global. Una aldea que de alguna manera se parece a las colonias que hacen las hormigas. Una forma de organización que les sirve para cuidarse, y cuidar también su tierra, porque en definitiva es donde todos, bichos, animales y hombres, nos alimentamos, practicamos nuestros hobbies, tomamos café, o simplemente jugamos al TEG con amigos.
05 enero 2008
Papá Noel: un juego que revoluciona
para Utopías en FM
En estos días me surge la pregunta, ¿Papa Noel era Pagano? ¿Está bien jugar el juego de Papa Noel? ¿Es Papa Noel o Santa Claus? ¿O es San Nicolás? ¿Es rojo por la versión yanqui como dice por ahí en internet? ¿Una ilusión más para seguir el juego de la economía del mercado?
La verdad, hace tiempo que dejé de darle importancia a tanto cuestionamiento. Si alguna vez le di "cinco de bola" para serme fiel. Y es que para mi Papa Noel es un GRAN juego que me encanta jugar cada diciembre. Buscar los regalos. Armar un arbolito. O ver como arman el arbolito mientras disparo fotos a cada segundo. Eso sí, me encanta colgar a Papa Noel en la punta del árbol. Como quien ha hecho cumbre en el mismísimo Aconcagua. El broche de oro, como quien dice.
Y la palabra jugar sigue estando posterior al armado. Porque viene el momento de armar la carta y ver qué se le va a pedir al gordinflón, y ahí mi pelada y mi panza se sienten tan identificados! Mi hija mayor me mira cómplice. Sigue el juego para el hermano. Me mira y se ríe. Hace teatro para adornar este momento que se ve lo disfruta tanto como los papas. Busca el lápiz blanco para las cejas, para que no se note tanto la diferencia de color. Porque las cejas mías por ahora son negras; y Santa tiene tantos años que esta bien blanco. Y ella me dice que si no cuido esos detalles todo se va a descubrir mas rápido. Son muy sabias sus palabras, así que obviamente le hago caso. Así que en la lista de cosas a tener para el 24 a la noche agrego una base blanca. Para la barba. Para que a la función más linda del año no le falte nada.
Veo esos ojos tan alegres de reunirnos que marcan toda una etapa para esta época del año. El armado del arbolito es el fin de las clases. La llegada del calor. La pelopincho en el patio. Las vacaciones largas. Y como también dejo de dar clases significa el inicio de la época en que Papá va a jugar más tiempo con sus hijos.
Me encanta eso. Por eso la importancia que le doy a una buena representación del papel. Ahí apareció el teatro otra vez en mi vida. Y los objetos, esos que marcan cada paso en la vida de cada persona. Porque si digo radio spika, por ejemplo, puedo imaginarme perfectamente a mi padre. El momento exacto, la acción exacta y la calle exacta en que esa radio estaba en su mano.
Ahora el objeto es el traje de Santa. Que me recuerda que la noche de Navidad hay que ser precavidos. Poner todas las bolsas de juguetes en otra habitación. Preparar el traje, un viejo traje que sirve para crear la ilusión, la magia. Y esto se parece tanto tanto al momento en que los actores esperan salir detrás de bambalinas que me corre la misma adrenalina, la misma pulsión de salir ya mismo.
Pero es a las 12. ¿La hora que nació Cristo? Que paradoja, me digo, un tipo no creyente que sin embargo se identifica con sus palabras. Cuantas veces se repetirá esa historia de torturas y crucifixiones. ¿Por qué las revoluciones siempre son tan poco convenientes al poder de turno? Porque sino no revoluciona, no cambia ni altera, divago mientras corro al baño.
"El año pasado también le agarró ganas de ir al baño a esta hora..." desliza la pequeña sabionda de mi hija adrede. Como para plantear una semillita de duda en el más chico. Como advirtiendo, todo lo que ves puede o no ser. Sabiduría de niño. Jugar, pero estar alertas siempre.
Del baño a la ventana de la otra habitación. Mucho calor. Y otra vez me repito que debo crear una versión más adaptada al verano de este Papa Noel. Gotas de sudor. Almohadas en la panza para engordar aun más mi barriga gorda. El maquillaje que compre este año es perfecto. Tapa bien la barba. Mucho pelo blanco. Botas texanas que mi mujer dice que no van, pero como las poseo desde chico y significan mucho para mi como objeto, creo que es ideal para la función. EL actor debe de rodearse de objetos que le inspiren confianza y alerten su memoria emotiva, reflexiono después de pensar en revoluciones.
Cargo las bolsas a la espalda. Y salgo a dar el espectáculo que debe ser hecho desde el corazón. La voz gutural del jojojo está perfecta afortunadamente y a pesar de tanto brindis. Y allí vienen corriendo con esos ojos tan profundos de inocencia que los recordaré por siempre en mi memoria emotiva. Tengo una fiesta de sentidos. Mi corazón se debe cargar de electricidad. Lo siento. Es como cuando al Grinch se le agranda el corazón, sigo pensando. ¡Dejá de pensar!, escucho el grito de mi profe de teatro.
Una emoción gigante producen esos ojos pequeños. Y más que nunca quiero seguir siendo niño. Para seguir jugando. Ahora de Papa Noel. Jugar y pensar. Pensar y sentir. El juego que viene de todos los rincones del planeta, de las eras más antiguas. El juego que revoluciona, igual o más que el amor, los sentimientos del hombre.
27 diciembre 2007
El punto blanco de la memoria
No puedo entender las atrocidades que comete nuestra especie contra sí misma, ni contra cualquier otro ser viviente. Trato de buscarle alguna explicación, algo que me haga saber cómo es posible que una persona disfrute del momento en que lastima, hiere, mata a su víctima. Puedo entender con muchísima dificultad la guerra. Me cuesta. La siento inexplicable, pero si digo que es el instinto lo que impulsa ese acto, puede explicarse como conducta animal, como lo hace la viuda negra cuando mata al macho después de copular, como cuando dos leones se enfrentan para mantener su reino. Es instinto animal. Quizá no somos mas que eso a pesar de todo lo que inventemos o hallamos inventado.
Sin embargo, hasta las guerras tienen límites. El pacto de Ginebra puede ser una mitigación de la violencia con que irrumpe la muerte en los campos de batalla. Y ahí esta la palabra: campos de batalla, rings, zonas de lucha delimitadas. Una especie de pacto entre caballeros que van a duelo si se quiere.
En los 70 el campo de lucha era nuestra propia patria. Si hubo una guerra... ¿no debería haberme enterado? Porque cuando fue lo de Malvinas me acuerdo claramente de un discurso en el balcón de la Rosada declarando la batalla... Por qué para la guerra (entre comillas) interna todo corría de boca en boca. Como a oscuras, clandestinamente.
Me cuesta imaginar ese instante mirando un punto blanco. No sé si es un punto blanco el cianuro. Pero así me lo imagino. Leí por ahí que 50 gramos son algo así como 5 paquetitos de azúcar. Trato de pensar este momento. Ya tomada la decisión, pero con miles de ráfagas de pensamientos en la memoria. Todas pasando como haces de luz interminables. Lo único que encuentro para compararlo es la frase de la actriz Corinna Harfouch en su personaje de Magda Goebbels en la película La Caída. En una entrevista contaba el estupor que le causaba esa escena en la que mata a los niños para protegerlos (otra vez entre comillas) sin entender cómo la idea de amor maternal, el instinto más primordial y más profundo puede distorsionarse tanto, convertirse en algo tan perverso, a partir de ese fanatismo salvaje”.
El lunes iniciamos la semana con una asunción a presidente. No sé si le creo a este nuevo político, política en este caso, quisiera que sí, pero me cuesta. Sin embargo puedo decir que estoy contento de andar por la calle como quiero. Sin tener que hacer la vista gorda cuando pasa algo. Porque si no pudiera denunciar lo que le pasa a mi vecino, no sabría bien en quien confiar. Sería un estado de sospecha permanente.
En esos flashes viene a mi mente una sensación de terror. De miedo. De angustia. Es lo que me pasa cuando me pongo a pensar en el interior del Olimpo hace 30 años atrás. Las paredes son grises y eso ayuda a que esa sensación de dolor constante se clave en una memoria que nunca tuve, porque era tan chico cuando pasaban estas cosas que no tuve forma de saber. Y este recuerdo no vivido entonces se transforma en impotencia. La tortura interminable, la carne despellejada, la violación, la humillación en todas sus formas, los cuerpos arrojados desde un avión. Habrán estado presentes todas estas imágenes en la memoria antes de consumir la pastilla? Cómo será pensar ese instante en que los cuerpos casi inertes caen al agua vivos? Alguno de esos ultimos segundos habrán sido arrepentimiento?
Me queda construir. Creer en el cambio. Construir la utopía. Ese mundo puro, nuevo soñado por Tomás Moro quizá ingenuamente hace 500 años y que sin embargo hoy, ahora, aquí mismo sigue pareciendo tan distante.
09 diciembre 2007
Las matemáticas metafísica de mis pasos
Voy a cerrar los ojos un momento y ver... Apagar los noticieros... Dejar de dar catedra... No hablar un segundo mas. Interconectar pensar y sentir.
Pretendo presentarle propuestas a esos sentidos. Y que las sensaciones que emanan del instinto le digan a esa cabeza de hombre moderno si está de acuerdo con las condiciones que plantean sus matemáticas.
Quiero convocar, a través de esos párpados apretados, a una comunión de propuestas: las que brincan y arrasan de la técnica con las de los hombres y mujeres que con una palabra, un gesto, un retaso de tela o un par de acordes pueden herir o alegrar los estados de ánimo del mundo.
Voy a seguir así y en estos minutos de invidente, ahora en este momento, aparece la ciudad de perros en la novela de Clifford Simak, la que paradójicamente me recomendó leer la cabeza pensante del Gato, un compañero de la revista La Maga. Una ciudad imaginada desde el poder intuitivo de los canes. Y como la ciencia ficción siempre ha dominado mis mundos, en otro minuto los sentimientos o el pensar recuerdan claramente las dos sociedades de Isaac Asimov en la saga de la Fundación: la entidad espiritual Gaia, y la religiosidad tecnológica en el inmenso y robotizado mundo de Trantor.
¿La Tierra va hacia ese Trantor que planteaba Asimov? Interrumpe el pensamiento. Cuando era chico me imaginaba que sí -creen los sentimientos- y me entusiasmaba con la idea de que naves espaciales surcaran el cielo. Ni que hablar cuando La Guerra de las Galaxias apareció en la pantalla de un proyector de 8mm en la casa de un compañero de primaria. Espadas láser que sólo dominan quienes son capaces de controlar y enfocar el alma, una religión cuasi oriental que convive con el desarrollo de la técnica llevada al paroxismo.
No sé bien lo que busco en estos pocos minutos de ceguera. Tal vez interconectar esas dos personalidades que llevo adentro. El que no deja de asombrarse por computadoras Pentium 4 con procesadores duales y banda ancha de 4, 10, 20 y más megas... con José, Josecito, que sólo quiere acampar bajo arboledas, ecuchar el trinar de los pájaros o cavar canaletas más grandes cuando llueve mucho. El que quiere proponer ciudades interconectadas para que sea más fácil para todos acceder al conocimiento, con un llegar pedaleando al laburo a través de calles que fueron declaradas sólo para ciclistas.
Quiero pensar o no pensar. Pero quiero que eso sirva para algo. Quiero dejar de escuchar puteadas, patadas, piedras, palos, postmortem... De alguna manera, no sé cómo, tratar de que todos hagamos lo mismo y nos tomemos unos pocos minutos de nuestro tiempo para paralizar el tiempo. Ni siquiera pretendo que querramos lo mismo. No es sano, ni constructivo, no hay evolución de ideas. Pienso, imagino.
Pero eso sí. Porque algo siempre pretendo. Algo siempre busco. Y es que ese pensamiento, esa proyección de pasos a seguir, no implique largas campañas políticas, falsas inauguraciones, la cabeza de miles de gente aplastada. Porque entonces no habrá un minuto de pensamiento. Porque estoy seguro va a dar rienda a los impulsos, que no son malos ni buenos pero no piensan ni un poco. Sólo pretenden un poco de espacio para ver si en algún momento, también, algún día, tendrán su minuto de cerrar los ojos un momento y ver... Apagar los noticieros... Dejar de dar catedra... No hablar un segundo mas. Interconectar pensar y sentir.
02 diciembre 2007
La ingenuidad de buscar entre las estrellas
Cuando era chiquito me iba a la terraza a la noche. Me apropicuaba entre las macetas con formas de casa que habia hecho mi abuelo, el papá de mi papá. Ahí solito, en la noche, con los brazos apoyados sobre la baranda, miraba las estrellas. Primero empecé preguntándome si habría alguna manera, o si alguien tendría alguna forma, de trazar un gran mapa de todos esos astros. Algún sistema que sirviera de guía para no perderse entre tantos puntitos brillantes.
Después, poco a poco, las luces fueron cobrando vida y en la imaginación de mi niñez pensé que miles de destellos deberían tener defintivamente algun poder sobrenatural. Una especie de virtud especial que pudiera ayudarme en mis probemas de niño. Recuerdo claramente como, con total ingenuidad, les hablaba en voz baja. Y entre los susurros les contaba de papá, que anotaba números sin parar en un cuaderno. Papá que hacía muchas cuentas y que protestaba porque la plata no le alcanzaba.
Ahora que soy más grande tengo muy poco de esa inocencia. Lamento decirlo. Pero igual me surge otra pregunta, porque soy curioso y quiero saber cuál será el mundo ingenuo de mis hijos. Y para saberlo, no me queda otra que acercarme un poquito a ellos. Disfrutar un poco de ese mundo ingenuo para saber cuales son las fantasias que rodean a los chicos modernos. Para entenderlos y de curioso. Porque no me quiero quedar con una frase que escucho habitualmente: "Los chicos de hoy son terribles, se meten en todo".
Entonces ahí se me aparece de inmediato la imagen de papá forrando los libros con tapa negra. Papá. Que me pide que no le diga a mis compañeros las cosas que se hablan en casa. Y no se por qué pero también me acuerdo del profe de gimnasia que un día en segundo grado no vino más. Así como así. De una mañana a la otra.
"Los chicos de hoy son unos maleducados", dice un señor. "No tienen respeto", se queja otro. Y ahí mismo pienso en la evolución. Me hace reir este pensamiento, pero capaz es que ellos están atentos, con ojos de lechuza, para estar alertas. Para no perder la memoria nunca.
Aunque suene ingenuo buscar entre las estrellas, creo que debería mirar al cielo mas seguido. Porque capaz papá me manda alguna señal que me diga cómo hacer para que tantos chicos no se consuelen con la frase “Uds son el futuro”. Para no cargarlos con tanto peso. Y para saber, de algún modo, cómo hacer para mantenerlos despiertos sin quitarles la ingenuidad de niños que ellos también se merecen.
20 noviembre 2007
Paula Sedacca: Talento y belleza para la escena musical
para Utopias en FM del 10/11/07
Paula tiene fuerza arrolladora en su voz. Para la gente de mi generación, de los que tenemos o pasamos los treintaipico, es inevitable compararla con Patricia Sosa. Y esa comparación no es casual, puesto que desde sus discos con La Torre, desde su postura de mujer invencible con sus botas de cuero, no se ha escuchado semejante potencia en las cuerdas vocales. Desde el punto de vista de un maestro de música quizás este paralelismo puede resultar alejado de la realidad, sin embargo ella misma confiesa que "muchos" se lo han dicho. ¿Es buena o es mala esta comparación? Simplemente es. Y es, además, una manera de expresar lo que uno siente al escucharla. Ni más ni menos que un huracán de sentidos de agudos-graves. Como se diría chabacanamente: "se te pone la piel de gallina".
Y si a la fuerza de su canto se le suma la enorme humildad que demuestra en cada palabra, en cada gesto, entonces Paula es un verdadero aire de frescura para el ambiente del rock y pop actual. Quizá por sus apenas 19 años, Paula Sedacca aún no se de cuenta, pero es dueña de una CARRERA a esta edad. Así, en mayusculas, destacando la palabra CARRERA que es más importante que la fama. Muy pocos pueden decir con orgullo que empezaron a cantar cuando apenas recorrían sus primeros años de escolaridad. Sin embargo ella no lo dice. Aunque es extrovertida y no para de hablar, no hay en su relato grandilocuencia; solo orgullo hacia su familia que se ve la ha apoyado y muy bien en esto que la apasiona y es nada más ni nada menos que cantar. Por todo esto, y especialmente por esa humildad de grande se ve a la legua que le augura un futuro prometedor.
Aunque no hacía falta, llegó a la radio con mensajitos de texto pidiendo disculpas por el retraso. Apenas ingresó al estudio se pudo percibir la belleza de esta niña, tan linda como se exhibe en la tapa de este primer disco que lleva su nombre. "La única manera", primer corte de este CD debut producido por su hermano Martín, tiene todas las condiciones para abordar las primeras listas de los ranking musicales. Sólo hace falta sumergirse un poco en el mundo de romanticismo que propone Paula en los diez temas que recorren este lanzamiento (Salir de vos, Huellas, Nuetsro mundo o Cuenta conmigo, entre otros que lo conforman) para darse cuenta que bien vale la pena tenerla como joven exponente de la escena musical actual.
Disco: Paula Sedacca. Temas: La única manera, Salir de vos, Nuestro mundo, Yo te amo, Huellas, Cuenta conmigo, Que fue de nosotros, Estrella fugaz, Márchate, Verte.
Más info: www.paulasedacca.com.ar
08 noviembre 2007
El niño noventañero de Sadosky

A medida que pasa el tiempo necesito recurrir más a la historia de gente que haya vivido una experiencia de HACER ALGO en la Argentina. Y cada vez más quiero transmitir mis experiencias a los chicos. Guiarlos, decirles lo que pienso, enseñarles a cruzar una dificultad. Aunque debo confesar que soy yo quien más aprende de ellos. No se los digo muchas veces porque los pibes son como los argentinos. Se agrandan y después no los podés controlar. Pero muchisimas

Y leyendo sobre Sadosky no sé por qué pienso que él hacía algo parecido. Leyendo esos relatos de cómo armaron a Clementina me hace pensar que fue un juego complicado de los niños, como cuando armábamos castillos con los bloques, o casas con cartones y maderas, o torres con naipes. Sólo que esta vez el castillo era una máquina para calcular y que de alguna manera creo la intención de Sadosky y su equipo fue el de ayudar en la ciencia y contribuir en la educación de cada niñito argentino.
05 septiembre 2007
Esos inexcplicables actos de crueldad humana
Sin embargo, cuando leia el Nunca Mas me preguntaba como era posible que un ser humano recurra a actos tan inexplicables de violencia para someter a otro ser humano. La tortura para saber si el otro nos oculta algo más, la tortura en todas sus formas, la carne despellejada, la violación, la humillación en todas sus formas, los cuerpos arrojados desde un avión al Río de la Plata.
Cómo será pensar ese instante en que arrojo el cuerpo de otro ser que no tiene forma de resistirse. Qué sentirá el victimario que lucubra someter a una mujer una y otra vez, y cuánto de ese pensamiento es placer y por qué no hay nada que le impida ver que es placer enfermo.
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Hoy lloré con ganas. Y es que me llegó un link que me hizo sentir mal. Muy mal. Quise no verlo. Quise encontrar una explicación y pensé tantas cosas... El link es hacia una página que contiene un video que muestra a mapaches y otros animales encerrados. De repente los sacan con absoluta violencia de sus jaulas y los golpean... y entre golpes se escuchan risas, y una patada que destroza la mandibula del animal... Y más lágrimas. Ganas de estar ahí para HACER ALGO! Pero estoy a miles de kilómetros de distancia y creo que reenviar un email puede servir de algo. Algo que pare YA MISMO el sufrimiento de ese animal que es despellejado vivo y arrojado vivo a una pila de animales que agonizan. Pienso entonces en la masacre de SREBRENICA no sé por qué, quizá por la violencia demoledora de esas imágenes que mostraban fosas que contenían más de ocho mil cuerpos; pienso en las mazmorras del Cabildo, por que me acuerdo la imagen que generó en mi cabeza el relato de la maestra cuando tenía 10 años... pienso en Hitler, Hiroshima, las tribus africanas que mutilan a sus enemigos para que no puedan procrear, los cuerpos que flotaban sobre el río durante la dictadura de Pinochet, veo la imagen siniestra de Torquemada y Gran Hermano...
Nunca lo voy a entender porque me gusta vivir y que los demás vivan. Sin joder ni jodernos. Eso que algunos llaman una Utopía.
Este es el link que estremece, me imagino debe haber peores: Peta TV
03 agosto 2007
Una mirada al corto "Espiando al hombre"

Ahora que veo el material puedo tener dos críticas. La propia, y la del trabajo en sí. Por mi parte ahora que lo veo tengo puntos a favor y en contra. En líneas generales creo que falta más tensión en algunas zonas de la cara para lograr la expresividad que quizá Luis buscaba. También puedo notar algunas críticas que son comunes en mis profes de teatro y es la de dejar que mi cuerpo muestre más... la famosa frase NO CERRAR! Porque aunque suene mal el halago me divierte cuando mi cuerpo no cierra. Todos tenemos formas particulares de movernos, de expresar nuestros sentimientos a través de la piel. Y cuando dejo ese registro sea en teatro o en cine y después me veo puedo darme cuenta cuáles son los momentos genuinos. Y ahí es divertido. Siento que estoy realmente involucrado en el juego. Cuando esto no sucede puedo darme cuenta cuáles son los momentos en los que debí dar más de mi mismo, dejar de ser egoísta... Igual sinceramente pienso que este es un aspecto que deberían tener en cuenta los realizadores y especialmente las carreras de dirección, que no hacen hincapié en la dirección de actores y en la gran cantidad de cortos que pululan se puede ver que escasea.
El corto es interesante porque plantea una visión muy cómica de una situación tan propia como es la masturbación. Por momentos adquiere tintes de película chaplinesca y en eso creo que el tono blanco y negro le viene muy bien al trabajo. Aunque no sé si es lo que deseaba expresar, la elección de darle tonalidad al momento final parece un mensaje esperanzador. Como contrarrestra con el momento de las perversiones o lo que tratamos como tabúes, el color gradual puede señalar "somos todos iguales", "hay muchos más como los hombres que espían" "cuál es el problema de masturbarse", una alegoría a "vivir y dejar vivir".
Aunque falta más sonido ambiente, la banda sonora es decididamente ceremoniosa. Y de vuelta un teclado como única elección para transitar el filme, rememora los tiempos en que las películas eran acompañadas por un pianista en la sala. Por momentos los acordes se asemejan (¿intencionalmente?) a las tonalidades del Himno Nacional Argentino, lo que puede provocar una sonrisa al notar la ¿coincidencia?
Quizá faltan cortes de planos más seguidos para los momentos en que los hombres llegan a su éxtasis final. Y hasta un agregado de la famosa cara de lo que comúnmente se conoce como "hacerse el boludo" no le hubiera venido mal a la realización para darle un toque de humor en la escena donde los hombres se lavan las manos y se miran al espejo.
De todas maneras, más allá de estos comentarios, creo que el director muestra una clara dosis de creatividad si se tiene en cuenta que el trabajo está filmado con una miniDV handycam, es una realización totalmente independiente, está hecho en una sola jornada de trabajo y no hay más recursos técnicos que los mostrados...
De todos los trabajos que realicé hasta el momento creo que "Espiando al hombre" (antes tenía como uno de mis preferidos "La Pared", pero dejaron mucho que desear en el abandono del material en la postproducción) es el que más se acerca a la búsqueda de un material hecho con ganas, para cosechar críticas y ser evaluado por el público con el propósito de mejorarse. Es que sinceramente creo que si no se produce material y no se exhibe, siempre se va a estar lejos de armar una carrera. Porque en el corto los hombres se espían, y cuando se filma, la gente es la que nos mira. Solo así podrán espiarnos un poquito para ver y opinar cómo nos expresamos.
Aquí va el corto entonces:
30 julio 2007
Proteo y Cangrejo... (Una de príncipes)
Realmente me pareció un espectáculo maravilloso desde cualquier punto de vista. Es que el hecho de entrar al Teatro Avenida, que tiene casi 100 años de historia (se inauguró en 1908, 69 años después sufrió un gran incendio y en 1994 fue reinaugurado con una obra cuyo protagónico lo tuvo ni más ni menos que al tenor Plácido Domingo) se puede considerar un es

Pero lo que es enteramente exquisito es que una obra barroca pueda mantener la atención de los niños de esta época, acostumbrados a golpes, efectos especiales y lenguaje de imágenes. Contra plástico, circuitos y metal de las nuevas tecnologías, tergopol, madera, aserrín, resinas y sogas dan forma y movimiento a los protagonistas centrales de la historia. Y lo hacen muy bien, desplegando una decenas de efectos ante la platea. Sin embargo estos efectos están muy lejos de ser digitales, sino que corresponden al arte que brota del propio cuerpo y expresividad de Tito Lorefice, titiriteros del CIPTO (Centro de Investigación y Producción en Teatro de objetos), de la Escuela de Humanidades de la UNSAM,cantantes líricos; y un seleccionado de alumnos de la Orquesta Infanto - Juvenil de la Orquesta-Escuela de Chascomús, formada por músicos de 12 a 21 años.
Es realmente apasionante ver a los titiriteros de gesto (Esteban Quintana, Celeste López, Pablo di Pasquo, Silvina Bastías, Ivo Siffredi y Carla Doorn) y de voz (Ernesto Musano, Adriana Sobrero, Fernando Morando y Flor Svavrichevsky) hacer sus mímicas y movimientos corporales sobre el escenario. Y más aún que esa magia recree un poco en los chicos lo que se hace en las películas actuales, donde también el doblaje es en vivo (aunque se puede editar y aquí no PORQUE ES TEATRO!!) o lo que se puede apreciar en los extras de los DVDs cuando se ve a la orquesta grabar sus líneas mientras se proyecta la película en pantalla grande.
Por un lado entonces es como estar metido dentro de un gran Backstage, pero por otro el espectáculo continúa y hay una historia de amor que corre. Y es la historia de Proteo que se enamora de Cirene a pesar que el padre de esta última tiene otros planes más ambiciosos para ella y la de Cangrejo (el personaje más risueño de esta obra y cómplice de la platea infantil) que intentará enamorar a Brisa con mil artilugios, entre ellas la habilidad de convertirse en diferentes objetos.
Quizá el escenario del Avenida no es lo que era, pero por momentos la acústica juega algo en contra de esta ópera, sin embargo el despliegue visual y algunos guiños en el texto ("No me peguen, soy el Rey", dice el Rey Punto en una frase que largada carcajadas cuando se la asocia a Giordano frente a los golpes de los barra brava) le quitan el traje de ceremonia para compartir con los pequeños la magia que 42 personas ponen sobre las tablas. Y los lleva de paseo tres siglos atrás para demostrarles que las historias de amor, y el humor, siguen y seguirán siendo los mismos motivadores de siempre. Porque en el fondo el amor y la amistad es lo único que prevalece en el tiempo.
20 julio 2007
Semana de las emoticones
12 julio 2007
La nieve en imágenes y en video
10 julio 2007
El manto blanco que produce sonrisas
Por eso ayer pasó lo mismo. Les pasó a todos. O a muchos. Se dibujaban muecas incrédulas sobre los rostros. La calle era una fiesta. En el noticiero mostraban cómo los chicos, los grandes, sin distinción, hacían de un evento natural un festín.

Un poquito de miedo me dio después. Porque me pregunto si tendrá que ver con el cambio climático. Y aunque hace 89 años pasó lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires, digo si esto se repetirá. Si lo que hoy es un disfrute de imágenes se transformará en un paisaje habitual de cada invierno. Lo que nos esperará para el verano. O para más adelante aún. Si quienes no tienen un refugio deberán enfrentar más azotes de un clima que cambia quizá por nuestro poco respeto a la naturaleza. Y hasta parece increíble y contradictorio, porque un evento natural nos sorprende pero nos refugiamos en ciudades de cemento que hacen oda a la tecnología.
Mirá si tuviéramos cascadas también para zambullirnos. Mirá si las calles fueran barrancas. Y nos trepáramos a los árboles e hiciéramos batallas de barro. Pies en las zanjas. Saltamontes en los hormigueros. Como mi infancia en San Pedro. Cuando perseguía a los pollitos y mi abuelo me hacía escuchar cómo hablaban las hormigas, en un efecto con papeles de celofán. Como en 1918 con Plaza de Mayo y el Congreso abarrotados de copos.
Eso trajo la nieve en mi cabeza mientras la veía caer por la ventana y las hojas del romero, el tomillo y el laurel se teñían de blanco.
03 julio 2007
Universo paralelo al trabajo
La fantasia es parte de mi naturaleza.
En este exacto momento
mi fantasia parte de la idea de que Paola
es cómplice de mi mirada.
Que esa sonrisa que parece dibujar
o que mi fantasía dibuja en su rostro
es para mi.
Solo para mi.
Entonces Paola de ojos azabaches y boca prepotente
deja todo lo que hace
porque no puede pedirle más tiempo a su placer
porque intuye que mis deseos la devoran
deja de pulir ese piso de mil veces de brillos pulidos
para ponerme en literales aprietos,
para poner a tono nuestro pulso.
Su lengua muerde mi oreja.
Su boca come mi cuello.
Parece un vampiro porque en verdad succiona muy fuerte.
Mis manos se atropellan
Acaparan sus muslos
Toman posesión indefinida.
Ella desnuda su cuerpo.
Deja que la yema de mis dedos describan sus curvas.
Entonces Paola
llena de éxtasis
¡quiere sexo conmigo!
mientras las viejas de allá adelante
discuten pavadas de sus vidas coquetas.
Quiero decirle tantas cosas...
pero ella me lo impide con una mueca irónica,
que esta noche no me dejará dormir.
Acaba con roces.
Llena de humedad.
Hace lo mismo conmigo.
Y en mi fantasía,
aunque la siga viendo ser tan prolija en esa casa ajena,
aunque mi líbido le haga el amor sin respeto,
Paola anota ligeramente su número en la palma de mi mano,
coloca sus dedos entre los dientes blancos
perfectos
y se retira con una contorsión adolescente
sin importar horarios y formalidades
sin reservar un solo segundo
tanto sexo que irradian sus caderas.